Centro Comunitario para
Niñas, Niños, Jóvenes y Familias

SALEM para más justicia

22.12.2021

Este año hemos estado muy ocupados trabajando por más justicia y protección para las víctimas de violencia.

Desde el comienzo de la pandemia, hemos asistido a más de 30 víctimas de la violencia. Entre ellos se encuentran los casos de acoso sexual, violación, violencia doméstica, abuso y violencia contra los niños y el intento de atacar contra la vida de una mujer a causa de su género (feminicidio). Sólo entre mediados de octubre y mediados de noviembre de 2021, nos han llegado ocho nuevos casos. Esto significa que actualmente recibimos una solicitud de apoyo de una víctima cada cuatro días. Estos son sólo los casos que conocemos de una parroquia de apenas 5.000 habitantes. Según las estadísticas ecuatorianas (2019), más de un tercio de las mujeres ecuatorianas sufren violencia sexual en su vida. Si sólo se tienen en cuenta las chicas de entre 15 y 17 años, esta cifra se eleva incluso al 45%.

Sospechamos que la violencia en el contexto doméstico también ha aumentado en Ecuador como resultado de las medidas de respuesta a la pandemia. Además, el creciente número de casos conocidos también puede ser resultado de las numerosas campañas, incluida la de SALEM (Por un Mindo libre de violencia). Cada vez hay más víctimas que rompen su silencio y buscan ayuda. También hemos ampliado nuestros servicios. Gracias a las generosas donaciones, ahora hemos podido crear al menos un puesto permanente al 50% para una trabajadora social y nuestra psicoterapeuta acompaña a 5 o 6 pacientes semanales.

Lo que podemos hacer:
Además de sensibilizar, por ejemplo con nuestra campaña «Mindo libre de violencia«, somos un punto de acompañamiento y primer contacto para las víctimas de violencia. Acompañamos a las mujeres y a las familias en el proceso penal y en los informes médicos y psicológicos necesarios, informamos a las autoridades competentes, organizamos el acompañamiento terapéutico, buscamos y encontramos plazas en centros de acogida para mujeres y, en caso de emergencia, nos encargamos nosotrxs mismxs de acoger temporalmente a las víctimas.

Apoyamos a todas las personas que piden ayuda de la mejor manera posible. Desgraciadamente, nuestros recursos aún no son suficientes para proporcionar a todas las víctimas el acompañamiento necesario. Los salarios de los profesionales son elevados. A menudo, las familias no pueden permitirse los gastos de desplazamiento al juzgado, al fiscal o al perito judicial y tenemos que intervenir. A veces hay que pagar a un abogado. Lamentablemente, aún no disponemos de vehículo propio.

Ese debe ser nuestro siguiente paso:
– Nuestro gran deseo es tener un vehículo propio para poder visitar a las familias en zonas remotas y facilitar el acompañamiento de las víctimas en los juicios penales y la atención médica.

– Un servicio de consulta psicoterapéutica gratuito o subvencionado para las personas que no pueden permitirse una terapia.
El apoyo psicológico cuesta 25 dólares (22 euros) por sesión de terapia, hasta 90 euros al mes según el caso.

Apadrine a una víctima de la violencia y apóyenos con una donación mensual. (aquí hay detalles sobre cómo donar)

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