Thalía Vélez es una de las niñas que asistía con su madre a nuestro centro en SALEM Ecuador. Al pasar los años se identifico con SALEM y el amor por la vida, ahora es vegetariana. Durante un largo tiempo se mantuvo como voluntaria en nuestro centro compartiendo con nuestrxs niñxs el sentir que es ser SALEM en la comunidad. Luego de graduarse y obtener el título de Licenciada en Comunicación Social, en la Universidad Estatal de Bolívar; decidió emprender un viaje como embajadora de la cultura ecuatoriana y el trabajo de SALEM Ecuador. Volver con nuevas ideas y experiencias para trabajar con la comunidad es un objetivo que tiene Thalía. 

Ella se postuló para ser voluntaria en Alemania, a través de la organización Casa del Mundo. El proceso de selección fue largo y entre tantos jóvenes de diferentes organizaciones, Thalía fue escogida. Ella nos cuenta cómo ha sido su experiencia hasta llegar a Alemania.

“Desde el primer día que llegué a Alemania ha sido una experiencia muy agradable, estoy conociendo y aprendiendo una infinidad de cosas como el  idioma, comida, personas, ciudades y costumbres que son totalmente diferentes a las de mi país. Sentía terror porque  no sabía qué tan fuerte sería cuando estuviera aquí, a veces lo nuevo y diferente da un poco de miedo. 

Tuve que esperar más de un año para venir y era desesperante porque no sabía si se podría hacer realidad, ya que hubo muchos contratiempos como el Covid y un sin número de papeles pero ahora estoy aquí. 

El proceso fue largo, tuve que aplicar para ser voluntaria a Casa del Mundo con otros jóvenes de diferentes organizaciones y así mismo presentarme a una entrevista para que nos eligieran, luego de un tiempo supe que otro chico y yo habíamos sido escogidos. Cuando me aceptaron estaba feliz y triste a la vez porque se venía una gran responsabilidad, tenía que estar consciente que iba a dejar mi país por mucho tiempo. 

Mi motivación para ser voluntaria aquí en Alemania fue que quería adquirir nuevas experiencias y aprender, ya que de está manera también podía aplicar mis conocimientos y capacidades aprendidos en mi país. Al igual que compartir las costumbres y tradiciones de Ecuador, que tengan una perspectiva de lo maravilloso que es. 

Mi despedida de Ecuador fue llena de abrazos y lágrimas con mi familia, pero también con mucha alegría de que un día regresaría llena de experiencias y nuevos aprendizajes. Tuve mucho miedo de dejar a mi familia porque sabía que los extrañaría y el tiempo sería largo para volver a verlos y abrazarlos.

Antes de llegar a mi destino pensaba mucho en como sería el lugar donde viviría y dónde haría mi voluntariado. El idioma también me parecía algo complicado así que estaba pensando todo el tiempo. Cuando llegué  a mi destino sentí un sin número de emociones que no cabían en mí, pero la emoción era inmensa de empezar con algo que siempre quise y ese momento se estaba cumpliendo. 

Después de dos semanas de cuarentena tuve  que partir a la casa de mi  familia de acogida, vine a vivir con Corinna quien significa  mucho para mí, será con quien compartiré por mucho tiempo. Casa del Mundo siempre estuvo pendiente de que nos sintiéramos cómodos, después de unos días tuvimos que salir al mundo real y buscar la manera de poder expresar lo que queríamos y sentíamos. 

Esta experiencia me está ayudando mucho en mi vida personal, porque cada día aprendo algo nuevo y siento que me hace mejor persona. Y en mi vida profesional espero que cuando regresé a Ecuador pueda seguir con algún servicio social que esté de la mano con mi carrera. 

Estoy Feliz de poder contarles lo que he estado haciendo en Alemania en los últimos meses, hay días donde extraño mucho Ecuador, su comida, clima y mi familia. Pero he decidido pasar un tiempo agradable para después contarles mis experiencias y anécdotas que estoy enfrentando todos los días.

A los jóvenes les diría que no se desanimen y sigan sus sueños que nunca es tarde para lograrlos, pero lo más importante de todo es que sean buenos seres humanos.”

En SALEM estamos muy contentos y orgullosos de Thalia, por ser constante en sus metas y aspiraciones. ¡Muchos éxitos y suerte a Thali!

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