Centro Comunitario para
Niñas, Niños, Jóvenes y Familias

Acompañamiento psicosocial

Objetivos

Brindar apoyo emocional y social a niñas, niños y adolescentes (NNA) en situación de vulnerabilidad, fortaleciendo su bienestar psicológico y sus vínculos familiares.

Acompañar a familias afectadas por situaciones de violencia, incluida la violencia de género, mediante espacios de contención, orientación y derivación a redes de apoyo especializadas.

Promover la sensibilización comunitaria frente a problemáticas sociales como la violencia intrafamiliar, la pobreza, la negligencia y el consumo problemático de alcohol, fortaleciendo la corresponsabilidad social.

Fomentar entornos protectores y solidarios, basados en el respeto, la empatía y la convivencia pacífica, que garanticen la seguridad y el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes.

Contribuir al desarrollo integral y la resiliencia de los participantes, impulsando su autonomía, autoestima y participación activa dentro de la comunidad.

Metodología de implementación

Apoyo emocional y social

brindar acompañamiento emocional a niñas, niños, adolescentes y sus familias, fortaleciendo la autoestima, la autorregulación y las habilidades para afrontar situaciones de vulnerabilidad o violencia, promoviendo la confianza, la contención y la expresión emocional.

Fortalecimiento familiar:

orientación a padres y cuidadores para mejorar la comunicación, las pautas de crianza y los vínculos afectivos dentro del hogar.

Derivación y articulación con redes de apoyo:

coordinar con instituciones públicas y privadas para garantizar el acceso a servicios especializados en salud mental, protección infantil y asistencia social.

Atención a situaciones de violencia:

apoyo psicológico y social a familias afectadas por violencia intrafamiliar o de género, articulando con redes locales de protección y servicios especializados.

Sensibilización comunitaria:

talleres y charlas participativas sobre problemáticas sociales como la violencia, la pobreza o el consumo excesivo de alcohol.

Fomento de entornos protectores:

promoción de relaciones basadas en el respeto, la solidaridad y la convivencia pacífica, fortaleciendo la cohesión comunitaria.

Actividades expresivas y recreativas:

uso de arte, juego y dinámicas grupales como herramientas terapéuticas y de integración social.

Evaluación y seguimiento continuo:

acompañamiento sostenido que permite ajustar estrategias según las necesidades individuales y familiares.

Resultados esperados

Reducción de factores de riesgo psicosocial,

como la negligencia, los conflictos familiares, la pobreza, el abuso sexual, la violencia de género y el trabajo infantil, especialmente en niñas, niños, adolescentes y mujeres.

Fortalecimiento de las familias

en pautas de convivencia y crianza, mediante herramientas para la comunicación afectiva, la resolución pacífica de conflictos y el desarrollo de prácticas de cuidado positivas.

Mayor conocimiento y acceso a las rutas de protección de derechos,

gracias a procesos formativos y espacios comunitarios que orientan sobre las instituciones disponibles, los mecanismos de denuncia y los canales de ayuda.

Comunidades más informadas y empoderadas,

capaces de reconocer y actuar frente a situaciones de violencia, rompiendo el aislamiento y la normalización de estas problemáticas.

Entornos familiares y sociales más seguros y solidarios,

donde se promueven el respeto, la empatía y la corresponsabilidad en la protección de los derechos de niñas, niños y mujeres.

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