Desde el instante que un niño, niña o adolescente cruza por nuestra apreciada puerta de madera, inmediatamente es parte de nuestra gran familia SALEM. Una familia, que comparte amor, paz, libertad, esperanza y al mismo tiempo todos los valores que nos identifican.

Nos preguntamos ¿Cuántxs niñxs y adolescentes han cruzado por nuestra puerta, recorriendo el corto camino empedrado de la entrada?, son datos que no tenemos al instante, es más nunca lo hemos cuestionado; de ningún modo se nos ocurrió dar un valor numérico a la familia.

Solo sabemos que somos una numerosa familia, con distintas formas de pensar, diferentes nacionalidades y tantas características que nos definen individualmente; pero todxs tenemos el mismo deseo de paz, que empezó con nuestro fundador Gottfried Müller, hace 65 años.

En SALEM-Ecuador, cumpliremos 22 años de servicio en Mindo y nos damos cuenta de que nuestro trabajo ha sido esencial para el desarrollo de la comunidad, desde una visión centrada en la protección de lxs más vulnerables.

Entonces ¿hemos cumplido con nuestras metas?, la respuesta: es ¡sí!

Pero no queremos decir meta a un joven que formo parte de la familia SALEM y ahora es un líder de la comunidad, o, a una chica que afrontó todos sus problemas y ahora es defensora de derechos, otro chico trabaja con jóvenes enseñándoles a emprender, y existen tantxs chicxs que hacen lo posible para tener una comunidad más amorosa. Nos sentimos muy orgullosxs y contentxs que estxs chicxs sea parte de nuestra familia.

Nos volvemos a preguntar ¿Cuántos niños y jóvenes seguiremos viendo cruzar por nuestra puerta y recorrer por la corta camino de la entrada?, la respuesta es: no lo sabemos. Pero podemos asegurar que seguiremos trabajando hasta que nuestros recursos nos lo permitan en mundo que constantemente surgen nuevas necesidades.

Estamos agradecidxs con todas las personas que han permitido que nuestro trabajo siga al servicio de la comunidad, que nos han apoyado con donaciones o a su vez abriéndonos las puertas de sus hogares, negocio, brindándonos alimentos y su tiempo con voluntariados.

Siempre estaremos agradecidxs con todxs quienes se siguen uniendo a nuestra gran familia SALEM.
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